Entrevista con Timo Ulrichs, microbiólogo e inmunólogo, especialista en tuberculosis, fundador del Foro Koch-Metschnikow en Alemania y miembro de la Junta Consultiva de Friends of the Global Fund Europe

¿Cuáles son los principales retos en la lucha contra la tuberculosis para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030?

En la Región Europea de la OMS nos enfrentamos a dos grandes retos: la tuberculosis multirresistente (MDR-/XDR-TB) y el aumento de la propagación de las infecciones por VIH en los países de Europa del Este, especialmente en Rusia.

Además, la pandemia del Covid-19 ha reducido la visibilidad del control de la tuberculosis dentro del sector sanitario. Entre 2019 y 2021, con el telón de fondo de las interrupciones en muchos servicios de salud, se ha producido un aumento de la incidencia de la TB, así como en el del número de casos faltantes.

Además, la agresión rusa en Ucrania también está teniendo efectos negativos a largo plazo en lograr el del control de la TB en Europa y en todo el mundo. Ucrania es el cuarto país de la región europea de la OMS con mayor incidencia de TB, con 17.593 nuevos casos en 2020.  La escasez de medicamentos y de suministros médicos, la falta de acceso a los servicios sanitarios esenciales y la interrupción de los servicios de prevención, diagnóstico y tratamiento suponen una grave amenaza para las personas que viven con TB y aumentan el riesgo de propagación de la TB multirresistente, presentando un importante problema sanitario mundial.

Entre las cuestiones sin resolver en el control de la TB a nivel mundial y en la región europea de la OMS se encuentran : la movilidad y el acceso a la prevención, la detección y la atención (incluidos los cuidados paliativos para pacientes con TB-MDR), y los inmigrantes se enfrentan a barreras específicas que los hacen especialmente vulnerables a la enfermedad. Otra cuestión abierta es cómo integrar el control de la TB en los enfoques integrales de la salud, es decir, los conceptos básicos de cobertura sanitaria, concienciación sanitaria general entre los responsables políticos centrada en las necesidades específicas del control de la TB, y los principios generales que guían la respuesta a las diferentes cargas de morbilidad.

¿Qué tipo de compromiso espera este año de parte de los responsables políticos a nivel internacional en la lucha contra la tuberculosis?

El aumento de la financiación de la investigación básica en inmunología y desarrollo de vacunas, así como los enfoques terapéuticos y de diagnóstico para controlar la enfermedad; el refuerzo de los sistemas existentes y que funcionan, como el Fondo Mundial y sus programas, los planes de acción de la OMS y, en general, los sistemas de atención sanitaria que luchan contra la TB y otros problemas de salud.

A principios de 2023 se anunció una iniciativa para desarrollar una vacuna contra la tuberculosis. ¿Qué podemos esperar de esta vacuna y de otros productos sanitarios contra la TB?

Una vacuna eficaz sería una herramienta valiosa para alcanzar el ODS de  erradicar la tuberculosis de aquí a 2030. Las vacunas candidatas basadas en ARNm -una tecnología sofisticada que se utilizó ampliamente durante la pandemia delCovid-19- podrían cambiar el panorama.

Sin embargo, de aquí a que se disponga de una nueva vacuna, tendremos que confiar en herramientas de prevención probadas basadas en intervenciones de la salud pública como el tratamiento preventivo, la mejora de los diagnósticos, una mayor alfabetización sanitaria y una mejor cobertura de los centros de TB.

24 DE MARZO DEL 2023: DÍA MUNDIAL DE LA TUBERCULOSIS

 

En septiembre tendrá lugar una Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General sobre el fin de la tuberculosis, cinco años después de la primera reunión que dio lugar a la adopción de la Declaración Política de 2018, en la que se establecieron las metas a alcanzar entre 2018 y 2022 en el contexto de los ODS para 2030.

La tuberculosis, la enfermedad infecciosa más mortífera del mundo -por detrás del Covid-19 desde su aparición y propagación-, ha causado 1,6 millones de muertes en 2021.

La Reunión de Alto Nivel, que congregará a todos los Jefes de Estado o de Gobierno, es esencial para analizar los resultados insuficientes en la lucha contra la tuberculosis y lograr el compromiso de eliminar los obstáculos políticos y financieros para alcanzar los objetivos de 2030: reducción del 90% de las muertes por tuberculosis, reducción del 80% de los nuevos casos de tuberculosis y 0% de hogares afectados por los costes elevadísimos debidos a la enfermedad[1].

 

Situación epidemiológica

En el 2021, el número de personas con TB era de 10,6 millones (frente a 10,1 millones de 2020) y se registraron 450 000 casos de TB farmacorresistentes[2].

Las interrupciones en los servicios de TB han tenido un impacto significativo en los diagnósticos y notificaciones de TB en 2020 y 2021; se estima que en 2021, 4 millones de personas con TB no fueron diagnosticadas y, por lo tanto, no recibieron tratamiento.

La TB afecta a todo el mundo, pero el 95% de las muertes por esta enfermedad se producen en países de ingresos bajos y medios. Solo 30 países concentran casi el 90% de los casos mundiales de TB[3].

Fuente: OMS

 

Metas y resultados intermedios en la lucha contra la tuberculosis

A través de la Declaración Política adoptada en 2018 tras la Reunión de Alto Nivel de la ONU, los Estados han establecido varios objetivos que alcanzar durante el periodo 2018-2022, entre ellos:

–        Administrar tratamiento contra la TB a 40 millones de personas (incluidos 3,5 millones de niños). Entre 2018 y 2021, solo 26,3 millones de personas estaban en tratamiento, incluidos 1,9 millones de niños.

–        Lograr que 30 millones de personas estén bajo tratamiento preventivo. Entre 2018 y 2021, solo 12,5 millones de personas recibieron atención preventiva contra la TB.

–        Las medidas preventivas entre los contactos domésticos se ampliaron para llegar a 20 millones de personas mayores de 5 años y 4 millones de niños menores de 5 años. Entre 2018 y 2021, sólo se gestionaron 600.000 casos de contacto en hogares con personas mayores de 5 años, y 1,6 millones en hogares con casos de contacto menores de 5 años.

–        Aumentar la financiación de los programas de TB a 13.000 millones de dólares anuales. En 2005, se asignaron 5.400 millones de dólares al control de la TB, apenas el 42% de los recursos necesarios.

–        Alcanzar una financiación para investigación y desarrollo de 2.000 millones de dólares al año. En 2020, se han reservado 915 millones de dólares para I&D.

 

La OMS también ha fijado los siguientes objetivos intermedios para 2025[4]  :

–        Reducción de la incidencia en un 50% entre 2015 y 2025. Reducción del 10% del número de casos de tuberculosis entre 2015 y 2021.

–        Reducción del 75% de la mortalidad entre 2015 y 2025. Entre 2015 y 2021, el número de muertes por TB disminuyó un 9%.

–        0% de las personas afectadas por TB afrontan costes elevadísimos. En 2021, el 48% de las personas con TB afrontaban costes elevadísimos.

 

El papel del Fondo Mundial en la lucha contra la tuberculosis

El Fondo Mundial aporta el 76% de la financiación internacional para el control de la TB, es decir, el 12% de todos los recursos disponibles para el control de la TB, que financian principalmente los gobiernos.

Desde su creación hace 20 años, el Fondo Mundial ha invertido 8.500 millones de dólares en la lucha contra la tuberculosis, así como otros US$ 5.000 millones para programas de coinfección de tuberculosis y VIH.

Como resultado de los programas del Fondo Mundial, 5,3 millones de personas recibieron tratamiento contra la tuberculosis en 2021; en los países en los que invierte el Fondo Mundial, el número de muertes por tuberculosis se ha reducido en un 21% desde 2002.

El Fondo Mundial celebró su 7ª Conferencia de Reposición en Nueva York en septiembre de 2022, auspiciada por el Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden. El Fondo Mundial calcula que se necesitarían al menos 18.000 millones de dólares para poner en marcha sus programas para los años 2023-2025, pero sólo se han recaudado 15.700 millones. Casi 2.500 millones de dólares se destinarán a la tuberculosis, lo que supone un aumento de 154 millones con respecto a la ronda anterior.

La movilización para el Fondo Mundial y la lucha contra la TB continúa, y la reunión de alto nivel será una oportunidad para que la comunidad internacional refuerce y haga realidad su compromiso de acabar con la TB para 2030.


[1] Comparación con las cifras de 2015
[2] Rapport Informe sobre la tuberculosis en el mundo, octubre 2022) : https://www.who.int/teams/global-tuberculosis-programme/tb-reports/global-tuberculosis-report-2022
[3] https://www.who.int/news/item/17-06-2021-who-releases-new-global-lists-of-high-burden-countries-for-tb-hiv-associated-tb-and-drug-resistant-tb
[4] The End TB Strategy, OMS, 2015 : https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/331326/WHO-HTM-TB-2015.19-eng.pdf