A partir de principios de marzo, el Fondo Mundial de lucha contra el SIDA, la tuberculosis y la malaria respondió a la emergente epidemia mundial de COVID-19 relajando sus modalidades de financiación para ayudar a los países receptores de subvenciones a abordar la COVID-19 y mitigar su impacto en los programas de lucha contra el VIH, la tuberculosis y la malaria y de fortalecimiento de los sistemas de salud. Las infraestructuras y las capacidades necesarias para hacer frente a enfermedades como el SIDA, la tuberculosis y la malaria – cadenas de suministro médico, laboratorios, trabajadores de salud comunitarios – también son esenciales para combatir eficazmente la COVID-19.

Con ese fin, el Fondo Mundial introdujo muy rápidamente flexibilidades en el uso de las subvenciones a los países para reforzar su respuesta a la epidemia y propuso a los donantes que utilizaran los canales del Fondo Mundial como forma de canalizar su asistencia para hacer frente a la COVID-19.

Así, está poniendo a disposición de los países 1.000 millones de dólares para que puedan prevenir y combatir los efectos de la epidemia de COVID-19, garantizando al mismo tiempo la continuidad de los programas de lucha contra el VIH, la tuberculosis y la malaria y el fortalecimiento de los sistemas de salud.

El Fondo Mundial ofrece a los países receptores y a los donantes dos canales de apoyo:

  • La posibilidad de utilizar hasta el 5% del importe de su subvención en actividades de reprogramación y ahorro por un importe total máximo de 500 millones de dólares. Hasta la fecha se han aprobado 113 millones de dólares para 75 países y 5 subvenciones regionales[1]. En su nota de orientación del 4 de marzo de 2020[2], el Fondo Mundial declaró que « debe prestarse especial atención a la protección de los trabajadores de salud, la comunicación con las comunidades afectadas, el mantenimiento de los servicios básicos, la coordinación de la cadena de suministros, el reabastecimiento inmediato de las existencias, la desinfección de los bienes y la gestión de los deshechos. »

El Fondo Mundial sugiere que se financien varias actividades, entre ellas la evaluación de la preparación para una epidemia, la realización de pruebas de laboratorio, el transporte de muestras, la utilización de la infraestructura de vigilancia, la adquisición de equipo de protección para los trabajadores de salud o los respiradores, el control de la infección en los centros de salud y la realización de campañas de información.

  • Mediante la creación de un mecanismo temporal de 500 millones de dólares de respuesta a la COVID-19, para una acción inmediata y rápida.

Este mecanismo permite, mediante la adopción acelerada de decisiones, el despliegue rápido de fondos para apoyar las respuestas de los países. Se gestiona de acuerdo con las normas del Fondo Mundial y financia intervenciones que se ajustan a las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre COVID-19 y la preparación de planes nacionales de estrategia y respuesta.

Los fondos asignados a este nuevo mecanismo pueden utilizarse para adquirir productos COVID-19 aprobados con arreglo a los procedimientos de emergencia de la OMS o de cualquier otra autoridad reguladora para la garantía de la calidad de los productos farmacéuticos y de diagnóstico.

Por último, el Fondo Mundial podrá, mediante este mecanismo, movilizar recursos adicionales de donantes privados y públicos para luchar contra la COVID-19 con la posibilidad excepcional de que los fondos se desplacen.

El Fondo Mundial también ha publicado orientaciones técnicas[3] para ayudar a los países a aplicar las directrices de la OMS, adaptándolas a los diferentes contextos nacionales. El Fondo Mundial pide que se establezca un equilibrio entre las necesidades generales relacionadas con la COVID-19 y la necesidad de mantener los servicios de salud esenciales para combatir el VIH, la tuberculosis y la malaria. Por ejemplo, el Fondo propone equipar y capacitar a los equipos de atención de la salud, prestando especial atención a los trabajadores de salud comunitarios. También pide que se fortalezcan los sistemas comunitarios para permitir una comunicación, detección y gestión eficaces de los casos.

En estrecha colaboración con todos los asociados en la esfera de la salud mundial, empezando por la OMS, el Fondo Mundial dice que si la epidemia de COVID-19 dura más de un año, se adaptará a la respuesta manteniendo al mismo tiempo sus misiones de lucha contra el VIH, la tuberculosis y el paludismo.

 Visite la página del Fondo Mundial sobre la COVID-19 en francés o en inglés (con documentos disponibles en español)


[1] Lista competa: excel report
[2] Nota orientativa sobre la respuesta al COVID-19, 4 de marzo de 2020
[3] Orientaciones técnicas

Ejemplos de programas de emergencia establecidos para responder a la pandemia de COVID-19 en los países receptores del Fondo Mundial:

– El Afganistán está fortaleciendo su capacidad de diagnóstico de la COVID-19 al tiempo que amplía los instrumentos de diagnóstico de la malaria fuera de Kabul y adquiere equipos de pruebas y antisépticos.

– Benín está reutilizando las máquinas GeneXpert utilizadas para la tuberculosis para probar también la COVID-19 y ha comprado 15.000 pruebas.

– Bolivia está fortaleciendo el diagnóstico y la atención de la COVID-19 para las personas que viven con el VIH, y reasignando temporalmente las máquinas GeneXpert para ampliar la cobertura de diagnóstico.

– Cuba está fortaleciendo el diagnóstico molecular de la COVID-19 en los laboratorios regionales, ha adquirido guantes, máscaras y batas y está mitigando los efectos en los programas de lucha contra el VIH.

– Honduras compró 25.000 mascarillas quirúrgicas y 5.000 respiradores N95 y está utilizando 4 respiradores y una máquina móvil de rayos X para responder a la epidemia de COVID-19, al mismo tiempo que mantiene sus actividades de control de la malaria.

– El Salvador está combatiendo la COVID-19 y mitigando los efectos en los programas de control de la tuberculosis mediante la adquisición de mascarillas quirúrgicas, respiradores N95, gel hidroalcohólico y termómetros.

El Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la tuberculosis y la malaria es la mayor institución financiera que lucha contra las tres enfermedades. Movilizando más de 4.000 millones de dólares al año, el Fondo Mundial financia programas de lucha contra el VIH, la tuberculosis y la malaria y de fortalecimiento de los sistemas de salud.

El Fondo Mundial se basa en los principios de asociación, apropiación por parte de los países (los países – a través de los Mecanismos de Coordinación de País (MCP) que reúnen a los representantes de los gobiernos, los trabajadores de salud, el sector privado, los representantes de la sociedad civil y las comunidades afectadas, etc.- desarrollan e implementan programas), transparencia y financiación basada en el impacto y los resultados de los programas.

Desde su creación en 2001, el Fondo Mundial ha salvado 32 millones de vidas.

En 2018, el Fondo Mundial ha sometido a 18,9 millones de personas que viven con el VIH a tratamiento antirretroviral, ha proporcionado tratamiento a 5,3 millones de personas con tuberculosis y ha distribuido 131 millones de mosquiteros tratados con insecticida.

Con una inversión acumulada de 724 millones de dólares (471,57 millones de euros) entre 2003 y 2010, España se encuentra entre los diez mayores contribuyentes al Fondo Mundial.

En octubre de 2019, el Fondo Mundial celebró su conferencia de reposición de fondos en Lyon (Francia), durante la cual España anunció que se reincorporaría al Fondo Mundial como donante con una promesa de 100 millones de euros.

Para obtener más información sobre el papel de España en el Fondo Mundial:
https://www.theglobalfund.org/en/government/profiles/spain/

Creada en 2005, la asociación «Amigos del Fondo Mundial Europa» es una organización de alegato que tiene por misión movilizar en Europa las iniciativas públicas y privadas en favor de la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria y en favor de la salud global, de dar a conocer y reconocer los objetivos, las acciones y los resultados del Fondo Mundial y de contribuir al aumento de sus recursos. www.afmeurope.org