El Fondo mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria publica hoy, miércoles 12 de septiembre de 2018, los resultados obtenidos gracias a un trabajo colaborativo: desde su creación, el Fondo mundial consiguió salvar 27 millones de vidas. Pero a pesar de estos progresos notables, graves amenazas pesan sobre las ambiciones de la comunidad internacional de poner fin a las epidemias en 2030 como problemas de salud pública.
Hoy, los expertos advierten unánimemente: el resurgimiento de epidemias ya no es un riesgo sino una realidad.
El Fondo mundial ya advertía en 2012 que sólo un crecimiento de los recursos podía consolidar y acelerar los esfuerzos realizados en la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria. En 2015, el punto de inflexión fue alcanzado: sólo una intensificación de los esfuerzos financieros llevada por una voluntad política determinada por la comunidad internacional pudiera revertir la tendencia y llevar a la eliminación de las tres pandemias de aquí a 2030.
Pero el mundo se está inclinando hacia el lado equivocado del camino para poner fin a estas epidemias: las nuevas infecciones a VIH han aumentado un 60% en Europa del Este y Asia central desde 2010, 1.7 millones de personas fallecieron por la tuberculosis en 2016 y dos de cinco personas no saben que están afectadas por esta enfermedad, y, por primera vez en una década, el número de casos de malaria aumentó en 5 millones entre 2015 y 2016.
Demasiadas personas – aproximadamente un 40% de las personas que lo necesitarían – todavía no tienen acceso a la atención de salud, a la prevención y a los tratamientos contra el VIH y la tuberculosis. Y, una vez más, son las poblaciones más pobres y marginalizadas las más afectadas. En países donde la homosexualidad todavía está discriminada, donde las desigualdades de género desinteresan, donde las disparidades de ingresos son chocantes, son millones de personas que no pueden acceder a programas de prevención, de atención a la salud y de seguimiento.
Tales situaciones favorecen las epidemias y los Amigos del Fondo Mundial Europa llaman a la comunidad internacional, y más específicamente a los países europeos, a intensificar sus esfuerzos.
“Siempre podemos felicitarnos de los resultados adquiridos contra el VIH, la tuberculosis y la malaria, pero la situación actual es más que preocupante, es alarmante. Como desde hace veinte años, la comunidad internacional debe movilizarse de nuevo y ponerse de acuerdo para reaccionar al contexto epidémico actual y construir un nuevo multilateralismo. Todavía hay tiempo para reencontrar el camino y así mantener el compromiso que hemos tomado de aquí a 2030. Tenemos son duda que incrementar nuestros esfuerzos financieros, pero tenemos que cuestionarnos también sobre nuestros enfoques, e innovar para hacer mejor, con más impacto, y más rápidamente”, explica Laurent Vigier, presidente de los Amigos del Fondo Mundial Europa.
“La próxima conferencia de reconstitución de los recursos del Fondo mundial, que tendrá lugar el 10 de octubre de 2019 en Lyon, Francia, será un nuevo punto de inflexión en la historia de las pandemias. No lo perdemos. Necesitamos renovarnos para poner fin a estas tres pandemias y hacer del Fondo mundial el brazo fuerte de nuestra acción multilateral y de nuestros progresos en salud global”, concluye Laurent Vigier.
Los Amigos del Fondo Mundial Europa instan a la comunidad internacional, y en particular a los países europeos, a mostrar su solidaridad hacia las poblaciones afectadas por el VIH, la tuberculosis y la malaria, que aumenten sus compromisos financieros en el Fondo mundial durante la próxima conferencia de reconstitución en 2019, y que mezclen ingeniosidad y generosidad al servicio de un multilateralismo renovado para la salud global.
Nota para los editores :
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Contacto:
Sophie Baillon, Amigos del Fondo Mundial Europa: +33 1 44 07 08 66 / sophiebaillon@afmeurope.org
Creada en 2005, la asociación “Amigos del Fondo Mundial Europa” es una organización de alegato que tiene por misión movilizar en Europa las iniciativas públicas y privadas en favor de la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria y en favor de la salud mundial, de dar a conocer y reconocer los objetivos, las acciones y los resultados del Fondo Mundial y de contribuir al aumento de sus recursos.