Por primera vez en una década, el número de nuevos casos de malaria aumentó de 4 millones y la tasa de mortalidad se estancó entre 2015 y 2016. Si África representa un 90% de los casos y muertes, el número de nuevos casos en América latina está aumentando desde 2013, en particular en Nicaragua, Panamá, Perú y Venezuela. Brasil y Venezuela representan un 65% de todos los casos de la región.
Por consecuencia, los Amigos del Fondo Mundial Europa escribieron a los diputados españoles para informales que una intensificación de los esfuerzos políticos y financieros es necesaria para poner fin a la epidemia. Al contrario, sin esfuerzo, nunca se podrá eliminar la malaria antes de 2030.
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